viernes, 4 de marzo de 2011

¿El traspaso de una frontera sin límites?

(Reflexión escrita el el lunes 1 de septiembre de 2008 en mi antigüo blog)

La construcción y presentación de un nuevo yo a través de la pantalla de la computadora. Confesarse en público. Los nuevos géneros autobiográficos como ser el blog, el flog o los videos caseros subidos en you tube construyen la subjetividad y un nuevo yo, al mismo tiempo que vuelven inevitable la combinación entre escritura personal y escritura pública.

Internet ofrece diversas posibilidades para que la persona pueda hacer público lo que antes era de carácter privado. De esta manera las personas ante la necesidad de mostrarse recurren a la Web y ya no deciden guardar para lo íntimo. Parece que en estos tiempos que corren, para existir, hay que entrar y permanecer en la cima de lo público.

La aparición del blog y su utilización reemplazó al tradicional diario íntimo al haber implementado también una tendencia literaria que se identifica con el uso de la primera persona. Es así como las narraciones que se reflejan en los blogs parecen tener una presencia importante y, muchas veces, los diversos relatos inducen al triunfo de la individualidad debido a que en la mayoría de ellos, los escritores han vivido en carne propia lo que relatan.

La otra contracara de la situación la constituye el Fotolog, o como lo llaman sus creadores y visitantes: Flogs, que desplazó al álbum de fotos de tal forma que la persona ya no se interesa por acumular ni guardar sus imágenes o fotografías para su privacidad. En estos weblogs lo que predomina es la imagen en un espacio de publicación y exposición ante cientos de miles detrás de fotologs. Cabe destacar que además de constituir una red de intercambio, el flog supera la posibilidad de almacenamiento visual que podría remitir un tradicional álbum de fotos.

Paula Sibila, Antropóloga y Licenciada en Comunicación, sostuvo que a través de los Fotologs “se da un énfasis en la visibilidad y cada uno es aquello que sabe mostrar mejor”. “Aquellos que sepan mostrarse mejor, logran venderse mejor”, agregó. El fotolog funciona como un álbum personal pero, en este nuevo álbum virtual, la persona se somete a la exposición.

Es así como el dueño del flog sube una imagen o foto en su espacio, dejando el libro de visitas abierto para que otra persona le escriba uno o varios comentarios respecto a al objeto que se ve. Con esto lo que el flogger busca es vender su imagen para obtener mayor número de recepción, por lo que la característica principal de los flogs es mucha imagen y poco contenido. Lo que importa es la apariencia para confirmar que existe la foto y el protagonista de ella.

Todo hace pensar que nos encontramos en un punto de la situación donde lo privado tiende a desaparecer ante la aspiración desenfrenada de los nativos digitales por mostrarse y venderse mejor a través de la pantalla de la computadora para ser alguien y reafirmar su propia existencia ante los demás. El desplazamiento de lo privado a lo público parece delimitar más bien la transformación de la frontera entre lo público y lo íntimo. ¿La curiosidad de las personas por descubrir a otro diferente a uno hasta dónde llegará? ¿El valor de lo íntimo se perdió?

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